que se queda conmigo cuando se va,
es antónimo y sinónimo de felicidad
según los kilómetros que nos separen.
Son seis letras para las que sobran
palabras,
la nueva dirección de mi casa,
mi abrigo contra la nostalgia,
el código postal de su voz
que se sigue resistiendo a tener
fronteras.
Su nombre es el asesino de mis
pesadillas,
el número sin números de la esperanza,
mi oración preferida,
una colección de suspiros optimistas.
Su nombre es la forma más exacta
para definir lo indefinible,
una colección de suspiros optimistas.
Su nombre es la forma más exacta
para definir lo indefinible,
la razón que pinta de color a un poeta gris.
Pero lo mejor de todo es
cuando su propietaria anda por aquí,
delineando una primavera con cada
sonrisa,
y lo susurro en voz alta
o lo grito en bajito
y me mira.
Dani Rivera
Tu mirada está plagada de parques,
tus caderas son carreteras de montaña,
tu sonrisa desata tormentas
y tu melena silencia al viento.
Tu boca es un rincón oscuro de París,
tu espalda, una alfombra junto a la chimenea,
tus dedos declaran miles de guerras
mientras tus piernas bajan los impuestos.
Cientos de metáforas para decirte de otra forma
simplemente eso,
que te quiero.
Dani Rivera
@DaniRiveraR
Te espero en Barajas con flores en la mirada,
aguardando a que aterrices para verte bajar,
a través del cristal,
del avión de las dudas,
ese que a veces nos sobrevuela.
Viajas con poco equipaje,
sin ninguna maleta repleta de recuerdos del pasado,
son inevitables las dudas del presente
cuando se viaja tan rápido,
cuando vemos nuestro mundo tan pequeño
al mirar por la ventana del futuro.
Y chocamos, lógicamente, chocamos,
siempre terminamos chocando,
haciéndonos daño,
cayendo en picado
y mientras suenan las alarmas,
saltan de cada compartimento
las máscaras de oxígeno
para disfrazar nuestros miedos,
para volver a respirar
cuando se despresuriza
la cabina de nuestro amor.
Por suerte,
siempre funciona el paracaídas.
Por suerte,
siempre hay un 'Te quiero' tras cada caída.
Daniel Rivera
@DaniRiveraR
Hay tantas
veces en las que quiero salir huyendo
que barajo la posibilidad de meterme en
la lavadora
y que centrifugue tan, tan rápido
que termine despegando hacia un lugar
en el que
no
nos
de
miedo
empezar
de nuevo.
II
No fumo,
no me gusta especialmente la cerveza,
tampoco sé si sabría definir
qué es el amor.
No sé por qué la gente se empeña
en colgarme el sambenito de poeta.
Soñábamos con cambiar el mundo
y ahora nos conformamos
con casarnos a los treinta y pocos,
cambiar de coche cada cinco años,
vernos un poco menos calvos
y llegar vivos
al viernes.
Para que otra vez
vuelva a empezar
la semana,
con su rutina
intransigente
de los países
en ciernes.
no me gusta especialmente la cerveza,
tampoco sé si sabría definir
qué es el amor.
No sé por qué la gente se empeña
en colgarme el sambenito de poeta.
III
Soñábamos con cambiar el mundo
y ahora nos conformamos
con casarnos a los treinta y pocos,
cambiar de coche cada cinco años,
vernos un poco menos calvos
y llegar vivos
al viernes.
Para que otra vez
vuelva a empezar
la semana,
con su rutina
intransigente
de los países
en ciernes.
IV
Les reconocerás fácilmente.
No desvían la mirada
del semáforo en rojo.
Y en cuanto pueden
aprietan el acelerador
con ansiedad,
con prisa, ya ves
como si no hiciera tiempo
que se les escapó
la vida.
No desvían la mirada
del semáforo en rojo.
Y en cuanto pueden
aprietan el acelerador
con ansiedad,
con prisa, ya ves
como si no hiciera tiempo
que se les escapó
la vida.
V
Máster
en la universidad
de la hamburguesa.
Creo que no se puede decir tanto
con tan poco
en un poema.
en la universidad
de la hamburguesa.
Creo que no se puede decir tanto
con tan poco
en un poema.
VI
Que alguien le pare los pies
a este domingo suicida
antes de que se encargue,
él solito,
de bajar el paro,
de establecer la prima de riesgo,
de dar confianza a los mercados
o de borrar del mapa
a los hombres grises como yo.
Nos quitaron la esperanza
y sólo nos la devolverán
con algún tipo de interés.
a este domingo suicida
antes de que se encargue,
él solito,
de bajar el paro,
de establecer la prima de riesgo,
de dar confianza a los mercados
o de borrar del mapa
a los hombres grises como yo.
VII
Nos quitaron la esperanza
y sólo nos la devolverán
con algún tipo de interés.
VIII
No sé cuándo,
ni dónde,
ni cómo
y tampoco sé por qué,
pero está claro
que en algún lugar del camino
se nos debió perder la democracia.
ni dónde,
ni cómo
y tampoco sé por qué,
pero está claro
que en algún lugar del camino
se nos debió perder la democracia.
IX
Inventamos el paro,
la economía,
el libre mercado,
ponemos precio
al barril de petróleo,
y en un alarde de originalidad
creamos el consumismo,
las infidelidades
y los lunes por la mañana.
Inventamos tanto
para luego renegar
de toda nuestra creación.
Y luego todavía hay
algún valiente
que se pregunta
que qué cojones
fue de Dios.
la economía,
el libre mercado,
ponemos precio
al barril de petróleo,
y en un alarde de originalidad
creamos el consumismo,
las infidelidades
y los lunes por la mañana.
Inventamos tanto
para luego renegar
de toda nuestra creación.
Y luego todavía hay
algún valiente
que se pregunta
que qué cojones
fue de Dios.
para Raquel,
por sobrevalorarme.
Encontramos el cadáver del amor
desangrándose entre la hierba,
con el leve rocío de la mañana
aún sobre su piel.
Encontramos la pétrea tumba de la
rutina,
fría, inanimada, pero aún
intimidatoria,
porque antes de morir
acabó con nosotros.
Encontramos miles de excusas
traspapeladas
que guardábamos para cuando se nos
acabaron las ganas
de contemplar trémulos amaneceres
bajo las mismas sábanas.
Encontramos el vaho de nuestros
suspiros congelados
de cuando insistías en que se jodiese
la primavera
que a nosotros siempre nos quedarían
todos nuestros inviernos.
Encontramos decenas de cientos de cosas
menos la respuesta que estábamos
buscando,
que si empezamos porque nos queríamos,
a veces incluso demasiado,
por qué ahora nos empeñamos en
hacernos
tanto
daño.
daño.
Dani Rivera
No me termino de acostumbrar,
a espiar por la mirilla
y que no sean los testigos de Jehová,
sino tú
con tu aspirina contra la tristeza
y esa habilidad innata
para disfrazar cualquier día de mierda
de sábado por la noche.
Abrirte.
Y que en un instante
sea veintiuno de marzo
en este hogar al que llamaré reino
cuando te vengas a vivir conmigo.
Rompes el calendario
con esas manos con las que aprendí
todas las acepciones de la felicidad.
No me termino de acostumbrar
pero lo tengo claro:
quiero
que sea tu timbre de voz
el que suene
cuando llamen
a la puerta de mi vida.
Dani Rivera
@DaniRiveraR
Silencio,
un par de butacas vacías
para no levantar sospechas
y una voz que se alza
desde el estrado.
Señorías, —anuncia—
sincronicemos los relojes.
un par de butacas vacías
para no levantar sospechas
y una voz que se alza
desde el estrado.
Señorías, —anuncia—
sincronicemos los relojes.
Anoche pregunté a la luna por ella,
a ver si sabía cuando fue la última vez
que la vio desfilar entre charcos y farolas,
aunque lo cierto es que da igual por donde camine
que ella parece dejar su huella en la arena.
Es el efecto que produce,
capaz de convertir un barrio anodino y gris
en la avenida principal del paraíso.
Fue mi vicio más caro,
la droga más peligrosa
que ni se inyecta en vena
ni tampoco se esnifa,
basta con una simple sonrisa
para convertirte en un colgado
toda tu puta vida.
Por eso, tengo más deudas con sus ojos
de las que jamás podré pagar con mis poemas,
tendré que pedir un crédito
o hipotecar futuros amores,
aunque ya ves, da igual,
jamás podré enamorarme de nadie.
O al menos no de la forma
en la que me enamoré de ella.
Esa forma kamikaze
de querer ir a por todas,
y por todas quiero decir,
obviamente,
ella.
Dani Rivera
@DaniRivera4S
Mis dedos son expertos en contarte,
por debajo de tu falda,
lo mucho que me haces falta
para que los otoños
no planten banderas en mi mirada.
Mis labios me delatan,
como si un juez fuera a descontarles
años de no sé qué condena
a cambio de susurrarte
lo frío que está tu lado de la cama
cada vez que te vas.
Mis piernas caminan hacia ti
con la seguridad que otorga
el regreso a la patria,
esa tierra sin sobresaltos
que está un poco más allá
de la frontera de tu piel.
Y luego están mis manos.
Esas son las peores.
Tiemblan al acariciarte
como si el niño que un día fui
abriera los regalos
bajo un árbol de navidad.
Todo esto es lo que más me gusta de ti,
que me hagas colapsar cada vez que te veo,
que todas las veces sean como la primera vez,
que tenga que disimular con mi gesto adusto y serio
lo afortunado que fui en encontrarte.
No dejar pistas
para que nadie lo sepa.
Sí, hay que mantenerlo en secreto:
ni mis dedos, ni mis labios, ni mis piernas
y tampoco, claro, mis manos,
pueden desvelarlo.
Ya sabes lo que le hace este mundo
a la gente que es feliz.
por debajo de tu falda,
lo mucho que me haces falta
para que los otoños
no planten banderas en mi mirada.
Mis labios me delatan,
como si un juez fuera a descontarles
años de no sé qué condena
a cambio de susurrarte
lo frío que está tu lado de la cama
cada vez que te vas.
Mis piernas caminan hacia ti
con la seguridad que otorga
el regreso a la patria,
esa tierra sin sobresaltos
que está un poco más allá
de la frontera de tu piel.
Y luego están mis manos.
Esas son las peores.
Tiemblan al acariciarte
como si el niño que un día fui
abriera los regalos
bajo un árbol de navidad.
Todo esto es lo que más me gusta de ti,
que me hagas colapsar cada vez que te veo,
que todas las veces sean como la primera vez,
que tenga que disimular con mi gesto adusto y serio
lo afortunado que fui en encontrarte.
No dejar pistas
para que nadie lo sepa.
Sí, hay que mantenerlo en secreto:
ni mis dedos, ni mis labios, ni mis piernas
y tampoco, claro, mis manos,
pueden desvelarlo.
Ya sabes lo que le hace este mundo
a la gente que es feliz.
Un par de cafés,
siete folios arrugados
y un bolígrafo BIC
que dejó de escribir,
son tus últimas víctimas.
Qué difícil está esto.
A ver cómo cojones
explico yo en un poema
lo que todo Dios
comprendería al mirarte.
@DaniRivera4S
Escribir una palabra.
Después otra.
Seguir así hasta llegar
a la última.
Y cerrar el poema
como quien cierra
una habitación
que contiene algo
que nunca
querría perder.
Un punto y final
con sonido de portazo.
Y que dentro
de este poema
estés tú,
conmigo,
encerrados
pero libres,
haciendo que cualquier cosa
sea algo excepcional,
convirtiendo
la rutina
en un viaje
a Praga
sin billete
de vuelta.
@DaniRivera4S
Entrecierras los ojos,
me sacas la lengua
y me dices que
algún día te cansarás
de que me ahorre los te quieros
que te faltan
y te marcharás.
Es de broma, apostillas,
pero sé que es lo más serio
que ha escuchado esta noche de viernes.
Creo que es mejor así.
Todo el mundo se cansa
de lo que tiene,
pero no conozco a nadie
que se haya hartado
de aquello que no tiene con certeza,
que sigamos luchando
para arrancarnos los te quieros cada día
es la mejor forma de vencer
a la rutina.
Sí,
es mejor así,
que sigas pensando
que no te quiero mucho
que no te lo demuestro lo suficiente
o que mi vida
sigue sin estar a tu nombre.
Mejor así.
No sea que algún día
te enteres de la verdad
y la jodamos.
Dani Rivera
@DaniRivera4S
Tal vez
debería preguntar a este abril gris
si se va a quedar todo el año
a dormir en mi sofá,
que al menos pague
la mitad del alquiler.
Tal vez
debería alegrarme por compartir
la litera con la lluvia
que encharca mis sueños
y con la que perdí,
a cara o cruz,
la cama de arriba.
Hasta para eso soy
un perdedor.
Tal vez
debería coger la escoba
y barrer las hojas del otoño
que se amontonan en la galería
y ya de paso
podar la enredadera
de tu recuerdo.
Alguna maldita vez
dejará de crecer.
Tal vez
debería empezar a superarte,
echar a patadas a estos ocupas
y poner un anuncio en el periódico.
Se busca musa
para compartir piso
por renuncia anticipada
de la chica
que estaba destinada
a vivir en mis poemas.
Se ruega
que siempre sea verano
en su sonrisa,
que nunca llueva
en sus caderas
y que tenga conocimientos
de jardinería
para cortar
una puñetera enredadera.
Dani Rivera
@DaniRivera4S
Me miraste con tu sonrisa limpia,
ese terremoto que provoca
que a la palabra problemas
se le vayan cayendo las letras
hasta que sólo quedan mis poemas
-que son tan tuyos como míos-.
Me miraste en medio del parque
y tus ojos me preguntaron
que en qué estaba pensando.
Contesto que en nada,
que es lo que siempre respondo
cuando nunca digo la verdad.
En realidad,
estaba pensando en ese treinteañero
que pasea su tristeza con correa,
en ese cuarentón del banco de al lado
que comprendió que la soledad
es un programa de televisión
a altas horas de la madrugada.
En realidad,
estaba pensando en ese señor gris
que esta noche cenará sólo
porque aprendió la lección tarde:
en el amor sólo se conserva
lo que no se encierra.
En realidad,
estaba pensando en mi vida
antes de conocerte,
en lo que sería ahora
si no te hubiese conocido,
en todas esas vidas sin color
que podría haber vivido.
En realidad,
no estaba pensando en nada.
Estaba pensando en ti.
Dani Rivera
Tu hombro desnudo
pidiendo guerra,
la manera de recogerte el pelo
como si éste no fuese
otro lunes cualquiera,
la sonrisa veraniega
que descongela mis inviernos,
esa forma que tienes
de que sea tan fácil quererte
sin quererlo.
Es sencillo ser poeta contigo.
Te sobra poesía.
Poema extraído de 'Qué decir cuando me preguntan por ti'. Clica aquí para descargarlo gratuitamente.
Daniel Rivera
@DaniRivera4S
pidiendo guerra,
la manera de recogerte el pelo
como si éste no fuese
otro lunes cualquiera,
la sonrisa veraniega
que descongela mis inviernos,
esa forma que tienes
de que sea tan fácil quererte
sin quererlo.
Es sencillo ser poeta contigo.
Te sobra poesía.
Poema extraído de 'Qué decir cuando me preguntan por ti'. Clica aquí para descargarlo gratuitamente.
Daniel Rivera
@DaniRivera4S
Me decidí a reunir mis poemas y ponerme a escribir algunos más. El resultado de esta suma, es esta plaquette 'Qué decir cuando me preguntan por ti', una breve colección de poesía que espero ir aumentando en los próximos meses. Espero que os guste.
En este enlace podéis descargar gratuitamente la versión en PDF.