Sígueme

Anochece en Gijón.

Es otra tarde de agosto. Los últimos rayos de sol bañaban aquella playa de San Lorenzo inundando la blanca arena con destellos dorados. Quedan pocos valientes que se atrevan a quedarse en la playa después del anochecer, las nubes van ganando terreno y un molesto viento se acaba de levantar. Parece que mañana lloverá.Disfruto del sonido a pie de playa. Tumbado en mi toalla escucho el leve y consta


Seguir Leyendo

Mi despedida.

La luna llena se reflejaba en las tranquilas aguas de aquel río. Yo, caminaba por aquel puente sin tráfico, no serían ni las doce y ya no había nadie por aquellas calles. Intentaba prestar atención a la música que estaba escuchando, pretendía tararearla, pero no podía. No dejaba de pensar en ti, aunque no hice mucho esfuerzo en intentarlo, porque tampoco quería alejarte de mis pensamientos. Me gu


Seguir Leyendo

Anclado a tu presente.

Los focos poco potentes de aquel viejo Peugeot hacían que no se viese prácticamente nada que no estuviese a un par de metros del morro del coche. Era de noche y conducía por una carretera comarcal, rodeada de árboles, en apariencia pinos, y no me había cruzado con ningún vehículo desde que saliera de mi ciudad y me adentrase por aquella carretera semi abandonada.Iba absorto en mis pensamientos, m


Seguir Leyendo

La Princesa de la Esperanza Perdida.(Primera y Segunda parte)

Es curioso pero cierto a la vez. Todos los cuentos de princesas, aquellos que comienzan con un “Erase una vez” acaban con un final feliz, el típico “Y fueron felices”, pero, si me permitís, comenzaré narrando este cuento prescindiendo de estas típicas fórmulas, porque no todos las historias reales tienen un final feliz.Este es el relato de una chica, una chica joven, pongámosla unos 18 años, mes


Seguir Leyendo

Solo ha sido un sueño.

Sábado por la noche en el centro de una gran ciudad. Los adolescentes toman las calles hasta cuando mañana se confunde con hoy. Me preparo para salir en mi casa, vistiéndome, mientras escucho con nostalgia aquel viejo disco de Los Secretos, de un lejano año 1999. Paso a la siguiente canción, “Dos caras distintas”; preludio de “Agarrate a mi María”. Cuantos recuerdos encerrados, la infancia, momen


Seguir Leyendo

Nadie en el horizonte.

Carretera solitaria. Camino a kilómetros de distancia de donde en realidad debería estar. Nadie en el horizonte y casi lo prefiero así. Nada a mi alrededor, desierto, montañas y piedras rojizas que me recuerdan a las películas de indios y vaqueros. A lo lejos la nada, la nada y un pequeño espejismo, agua. Calor, el sol me abrasa la espalda y la sequedad del ambiente hace que el aire sea irrespi


Seguir Leyendo

Por el boulevard de los sueños rotos.

Los inquietos rayos de sol hacían centellear aquel casco negro. Conducía su moto, abriéndose paso entre los coches, zigzagueando para ganar unos valiosos segundos y conseguía atravesar agilmente aquella maraña de retrovisores.Llevaba años conduciendo su moto por las calles de su ciudad, pero aún así, todavía le daba miedo que cualquier conductor despistado abriese la puerta de su automóvil en el


Seguir Leyendo

Al borde del abismo.

Era una primaveral tarde en una ciudad con costa. Un alocado caminante, sumido en su propia soledad, se abría paso entre la poca gente que andaba por el paseo marítimo y que se quedaban contemplando el azul casi celeste del inmenso mar.Llevaba los cascos puestos, la música a todo volumen le perforaba los tímpanos, pero a la vez, le ayudaba a no pensar, a prestar atención a otras cosas con menos i


Seguir Leyendo

Llovía, o mejor dicho, diluviaba. Era un sábado por la noche, aunque aquel día ya tenía más de domingo. A lo lejos, gracias a la luz dorada de unas pocas farolas, se vislumbraba una figura, andando errante, en una estrecha y desierta calle del centro. Caminaba sola, abriéndose paso entre las heladas gotas de lluvia, con los hombros encogidos, como si no quisiese llamar la atención.No se había cruzado con nadie, aunque eso es lo que quería, que nadie la viese, como si se tuviese que av


Seguir Leyendo

No sé que me pasa, no sé que me ocurre. Desde ya hace unos cuantos días, no río igual, no cuento chistes y mi corazón late muy deprisa cuando veo a una chica, mejor dicho, cuando veo a LA chica. Aún estando de espaldas, hace que mi corazón se dispare y deba coger aliento para poder seguir andando. Mira, relatando los síntomas, creo que he llegado a adivinar cuál es la enfermedad, me parece que se llama AMOR, así, con mayúsculas, porque es el amor verdadero, aquel que solo se encuentra


Seguir Leyendo

Si he de ser sincero, nunca hubiese pensado que el verano posterior a la PAU fuese a ser tan duro. Siempre pensé que, después de un estresante, agobiante y duro curso vendría el mejor de los mejores descansos posibles, porque, después de la obligación, suele venir la devoción.Pues bien, este es uno de los peores veranos de mi vida, si no el peor, y mucho tendría que cambiar en este último mes para que le recordase dentro de unos años. Un claro síntoma de mi depresión es que no puedo p


Seguir Leyendo

Lo recuerdo como si fuese ayer y ya han pasado un par de largos y duros años.Pisaba por primera vez tierra desconocida, primero de bachillerato en un colegio del que no conocía absolutamente nada. Nuevos compañeros, nuevos profesores, nuevas clases, nueva vida. Llegaba procedente de Medina, tras dieciséis alegres e inconscientes años en los que la máxima preocupación había sido el combinar adecuadamente las prendas para salir por ahí. Y conmigo, y por desgracia, también venía la respo


Seguir Leyendo

Habían pasado algunos meses desde que la vi por última vez. Era finales de un no tan caluroso mes de junio y poco quedaba ya para finalizar el agonizante curso de segundo de bachillerato, año de tristezas y de alegrías contenidas que estallaron a principios de verano.Cegados por unos nervios incontrolables, que hoy recordamos como una diminuta sensación incómoda, gracias a que hemos olvidado todo aquello que sucedió gracias al calor del verano y a la ayuda inestimable de ese antídoto


Seguir Leyendo

Cuántas veces me habré dicho a mi mismo que debía escribir todo aquello que viví hace ya algún tiempo, más que nada, para no olvidar ningún detalle de aquel San Antolín tan blanco y tan negro a la vez.Hoy he decidido llevar a cabo todo lo que me prometí hace dos años. Ahora, con todo acabado, sin ningún tipo de rencor o de ira y con la madurez que otorgan los años, me he puesto manos a la obra.Era finales de Agosto de un no tan lejano 2008 en el que, con las vistas puestas hacia una i


Seguir Leyendo

Que lejos queda el tiempo en el que nos parecía que las doce de la madrugada era una hora prohibida, que distante están ya los años en los que veíamos las películas infantiles, la mayoría de la factoría Disney. Creo que la mayoría de estas obras maestras perdurarán casi por siempre en la memoria y que, algunas de ellas nos sirvieron para hacernos pensar o para caer en la cuenta de algo en lo que jamás habíamos caído.Por ejemplo, a qué chica no le hubiese gustado ser como Cenicienta, d


Seguir Leyendo
Últimamente, no sé si por desgracia o por suerte, disfruto de una gran cantidad de tiempo libre, quizás demasiado. Hoy mismo, mientras caminaba en medio de un infierno como es una calle a las seis de la tarde, daba vueltas a una conversación que, no queriéndolo, me ha llegado muy al fondo de algo muy importante llamado corazón.

Aún no alcanzo a comprender cómo he llegado a una conclusión tan alejada del tema de conversación principal, quizás está relacionado o puede que no, pero en seguida me he dado cuenta de que era algo muy importante, si me permitís, diría que incluso vital.

Tantas son las veces que utilizamos la palabra "no" que la hemos llegado a convertir en un asunto trivial y nimio. Por cualquier cosa usamos esta palabra, tan importante y tan peligrosa a partes iguales, que la hemos alejado de su uso cotidiano.

Un simple "no" puede arrastrar consecuencias terribles, tanto para el locutor como para el supuesto oyente y es el miedo a estos temibles efectos por lo que muchas personas no se atreven a preguntar algo que, incluso, podría cambiar su vida.

Tengo un amigo, me creáis o no es un amigo y no yo, aunque sé que esta fórmula se emplea en demasía para hablar de uno mismo, al que le pasa lo que he descrito anteriormente. Es el miedo a la derrota, el pavor a la indiferencia o el terror a que se parta el corazón, los motivos que han superado al de estar con la persona más querida, aunque ella aún no lo sepa. Es la victoria del terrible "no" frente a la derrota de un ilusionante y esperanzador "si".

No sé si mucha gente me comprenderá, pero me apetecía plasmarlo en algunas líneas. Tampoco comprendo de dónde he sacado esta conclusión... ¿ o quizás sí?

Un "No" puede significar muchas cosas, tantas como un llanto apagado al recordar a alguien que creíste olvidado y del que, sin darte apenas cuenta, sigues enamorado, aunque la ira y el rencor consigan cegar todo aquello que aún sientes.

Dani Rivera
Page 1 of 5412345...54Next