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Mi despedida.



Escrito por  Dani Rivera     8/20/2010    Etiquetas: 

La luna llena se reflejaba en las tranquilas aguas de aquel río. Yo, caminaba por aquel puente sin tráfico, no serían ni las doce y ya no había nadie por aquellas calles. Intentaba prestar atención a la música que estaba escuchando, pretendía tararearla, pero no podía. No dejaba de pensar en ti, aunque no hice mucho esfuerzo en intentarlo, porque tampoco quería alejarte de mis pensamientos. Me gusta pensar que durante un pequeño momento, unos escasos segundos, tu también piensas en mí. Me encanta creer que sientes algo por mí, por muy pequeño que ese sentimiento sea.

Sé que a veces soy pesado, pero es que tengo miedo... Miedo de que te vayas para siempre de mi vida, miedo a no volverte a ver jamás, miedo a no volver a escuchar tu voz rasgando el silencio de una tarde de verano, miedo a perderte y a que se me vuelva a romper el corazón y tu te lleves un trozo. Ahora, nuestros caminos se separan, creo que nunca más volveremos a coincidir y eso me asusta, el simple hecho de resignarme a leerte, en mensajes muy cortos que ocupan apenas tres líneas, en contestaciones absurdas, el no poder verte jamás... No puedo, no puedo, al menos veámonos una última vez, permíteme captar tu esencia para que siempre te recuerde, las despedidas son duras y ahora...

Ahora siento que me va quedando menos tiempo, cada minuto que pasa, cada segundo, cada milésima es una menos que no puedo estar a tu lado. No te cansas de decirme que no estas lista, que no quieres querer ni que te quieran y, de veras, me gusta ser tu amigo, pero todo se acaba.

Y quizás a llegado nuestro final. El camino será un poco diferente a lo vivido hasta ahora, me costará olvidarte, pero sabes que me encanta vivir en el pasado, en aquella colina del recuerdo, y jamás podré borrarte de mi camino, porque fuiste como el agua fresca para el peregrino sediento, me ayudaste a continuar, a afrontar todo a lo que temo y a luchar por lo que una vez soñé.

Y lo que un día soñé era que estabas a mi lado y, por desgracia, será lo único que no podré cumplir. Ya no depende de mí, no puedo hacer nada más, porque es imposible ayudar a alguien que no quiere ser auxiliado y ahora resuenan ecos en mi cabeza...

“Ayudame y te habré ayudado, que hoy he soñado en otra vida, en otro mundo, pero a tu lado” Las voces de una canción muy especial para mí vuelven hoy con más fuerza. Pensé que sería la típica historia feliz, pero erré el disparo... Quieres olvidar, pero lo debes hacer tu sola ahora, debes ser tu y no yo, debes aprender a manejar los tiempos, a saber cuando es hora de dejar de vivir en la preciosa colina del recuerdo, es tu responsabilidad, que aciertes o falles es y será culpa únicamente tuya.

Pero una cosa tengo muy clara. Si alguna vez necesitas un apoyo ya sabes donde encontrarme... Y ahora...

Me despido de ti, con lágrimas en los ojos, fue bonito mientras duró, el volver a hablar, el volver a quedar, el volver a reír, depende de ti, porque me voy, antes de que me haga aún más daño... Sabes donde estaré... Andando bajo la torrencial lluvia por la calle del olvido...

Dani Rivera

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